El hueso sagrado motor del movimiento
- Ana Mer
- 10 feb 2018
- 3 Min. de lectura

Ayer hablamos de la respiración como pilar fundamental de nuestra relación con el mundo. No leíste el post? aquí te lo dejo.
Hoy hablaremos de la pelvis y de su rol en nuestra motricidad.
El sacro, hueso sagrado, es el centro de tu cintura pélvica; desde allí amas, creas y sufres, desde allí te mueves y te estancas; es centro de tu poder y víctima de tus represiones.
El sacro es un hueso grande compuesto por cinco vertebras soldadas. Fue considerado en la antigüedad "hueso sagrado" por ello su nombre y no sin razón, ya que notaron que influía en la salud emocional y física de los individuos. La etimología de su nombre realmente debe ser traducida como "hueso fuerte", pero en ambas traducciones puedes notar su relevancia.
Siendo el cuerpo de la hermosa mariposa que es tu pelvis puedes pensar que en él se apoya y sostiene un centro poderoso de energía. En muchas culturas este espacio de tu cuerpo es comparado y descrito desde hermosas metáforas: vaso, cuenco, habitáculo, y por supuesto centro.
Podrías preguntarte entonces ¿centro de que?..
centro de tu cuerpo -- se encuentra proporcionalmente ubicado a la misma distancia de tus pies que del tope de tu cabeza
centro de tu vida - en ella se alojan gran parte de tus órganos vitales
centro del placer - ella juega un papel fundamental en el sexo
centro de creación - algunas culturas ubican en ella tu energía creativa
centro de liberación y represión......
Son hermosas imágenes que ilustran la importancia de ese hueso mariposa en tu cuerpo.
Y entonces ¿para que sirve? imagina por un momento que tu pelvis es un timón (como el de un barco) si la empujas hacia un lado o hacia el otro, hacia adelante o hacia atrás este movimiento afecta el resto de tu cuerpo, su posición y dirección, su estabilidad.
Manteniendo esa imagen realiza un pequeño experimento: allí donde estés (sentad@ o acopstad@ o de pie) imagina que en el centro de tu pelvis se encuentra un pequeño cuenco lleno de agua, ese cuenco flota entre las dos alas de la mariposa justo a la altura de tu hueso sacro.
Juega un poco con pivotar tu pelvis como si tu coxis estuviera fijo en un punto y el resto de la pelvis se mueve hacia un lado y hacia al otro o adelante y hacia atrás... los movimientos deben ser pequeños para que puedas visualizar como el agua que está en el cuenco se mueve sin derramarse. Presta atención a como el resto de tu cuerpo se ve afectado por este movimiento de tu pelvis.
Recuerda inhalar y exhalar!! ayer hablamos de eso...
El volante que es tu pelvis dirige el movimiento del resto de tu cuerpo. Tomar conciencia de esto puede ayudarte a mejorar la forma en la que permaneces sentad@ o de pie mientras trabajas,a como te agachas y a como caminas o corres. Presta atención sobre tu pelvis cuando realices tus actividades del día y cuéntame como te mueves...
En el taller Cuerpo ORGANizado estaremos trabajando sobre algunas de estas ideas y buscando la manera única en la que tu pelvis/volante puede hacer mas elegante tus movimientos. ¿Ya te inscribiste?
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Espero que a partir de ahora uses tu volante para darle dirección a tu andar por la vida.
Nos vemos!!

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